En la ciencia médica del ayurveda (AYUR- VIDA, VEDA – CONOCIMIENTO); los sabores de los alimentos cumplen con una función dual. Pueden ayudarnos a establecernos en un ámbito de salud, física y emocional. O bien, pueden llevarnos a un desequilibrio mayor.
“25 por ciento de lo que comemos se metaboliza en el cerebro y se transforma en energía permitiéndole la creación de nuevas neuronas, así como la conexión de una neurona con otra. Además, se ha comprobado que el cerebro utiliza energía para comunicarse y toda esa energía-alimento que ingerimos y que consume nuestro cerebro es la que nos permite poner atención, tener mayor y mejor memoria, un estado de ánimo más estable, alegre y positivo, además de más energía.”
Carina Castro Fumero – Neuropsicóloga Pediátrica
Un estudio científico, muestra que los seis sabores son percibidos por diferentes partes de la lengua creando estímulos en diferentes órganos, los cuales, a su vez pueden generar una incitación positiva de salud o de detrimento.
A continuación, enmarcamos los seis sabores primarios:
dulce / agrio / salado / amargo / picante / astringente
DULCE
Los alimentos que se entienden como dulce son: la leche, frutas maduras como: uvas, mangos, cocos, plátanos, damascos entre otros; granos como el maíz y las variedades de frijoles y, por supuesto, edulcorantes como el azúcar y la miel. La carne, y el pescado también se consideran dulces. Este sabor ayuda a neutralizar la ansiedad y las explosiones de mal humor. Sin embargo, si hay tristeza, al comer cosas dulces esta suele agravarse, y trae consigo el aumento de corporeidad y pesadez.
Este sabor puede producir ablandamiento de tejidos, obesidad, mucosidad excesiva, dispepsia, diabetes, abotargamiento, tendencia a la pasividad y auto- complacencia.
AGRIO
Frutos como el limón, el limón de pica, naranjas, granadas, productos fermentados de la leche tales como el queso, y el yogur; entre otros productos fermentados como el vino son parte del grupo de los alimentos ácidos. Esto favorece el apetito, aumenta el fuego digestivo y tonifica la fuerza hepática. Este aumento de las apetencias, también se da a nivel emocional, despertando anhelos y deseos; llevándonos hacia la búsqueda exterior.
Ideal para personas con tendencia a la apatía. Además, mejora la función cardiovascular y facilita la eliminación de desechos. Aunque, como todo, en exceso no es bueno, pudiendo causar irritación, anemia, sensaciones de ardor, falta de firmeza corporal, envidia, celos y, a la larga, frustración.
SALADO
En el grupo de los alimentos salados, hay distintos tipos de sales como la sal de mar, la sal de roca y la sal negra. Estamos ante el sabor del disfrute de la vida y del placer. Es aperitivo e incrementa la percepción de otros sabores. Mejora la digestión estimulando la acción del páncreas y promueve la absorción de agua, ayudando así también al tránsito intestinal.
Es interesante para personas con inapetencia, ya que hace que coman más cantidad. En exceso, este sabor puede generar inflamación, calor, hipertensión, problemas cardiacos, dermatológicos, renales y llevarnos al hedonismo extremo.
AMARGO
Entre los sabores amargos se incluye el cacao, las berenjenas, el rábano suave, las semillas de fenogreco, las hojas de curry, entre otros aliños y alimentos.
Este sabor, muchas veces tiene efectos terapéuticos, porque activa el hígado y la vesícula biliar. Favorece la reducción del colesterol, ayuda a que se disuelva la flema, tonifica los tejidos y los fortalece, y ayuda a reducir el calor en procesos inflamatorios. Por otro lado, despierta la consciencia, favoreciendo la introspección para aclarar y ordenar la mente.
PICANTE
El sabor picante, suele estar compuesto por especias como la pimienta negra, pimienta larga, canela, los clavos de olor, la albahaca y tubérculos como el jengibre, la cúrcuma, el ajo, y por supuesto, ¡el chile! Es un sabor muy estimulante que facilita un movimiento intenso de energía de adentro hacia fuera, favoreciendo así la desintoxicación, reducción del tejido graso, fluidificación de la sangre y para aquellos que no les sorprende saber esto, ayuda a la expresión controlada de emociones reprimidas (ira, rabia, tristeza…).
Es interesante para que las personas con tendencia a la calma salgan de su inercia y pasividad, y para que las personas con tendencia a la inseguridad, conecten con su valor. Su abuso provoca sequedad, ardor, vértigos, tendencia a la irritabilidad, la ira y exceso de reactividad.
ASTRINGENTE
El sabor astringente, es en realidad una sensación que ciertos alimentos proporcionan… como cuando se chupa un limón, se come rábano, berros, piña, es la salivación que se da al comer aderezos con vinagre. En la boca, lo primero que observamos es su efecto secante, que se da en todo el cuerpo, reduciendo también la mucosidad, favoreciendo la acción cicatrizante y anti-infecciosa.
A nivel emocional, genera introversión, fomenta la sobriedad y reduce el exceso de emotividad en personas hipersensibles. Cuando se ingiere en exceso, produce temblores, flatulencia, estreñimiento, sequedad corporal y rigidez de carácter.
Podemos recomendar que equilibrar los seis sabores durante las tres comidas del día, nos harán vivir sana y equilibradamente, y nos otorgarán un nivel de salud feliz.
Recomendaciones del experto:
- Si estás con sobrepeso, tienes protuberancias en la piel o granos, sientes poco apetito o tienes baja energía, entonces es posible que tengas una agravación. Esta agravación puede ser reducida si consumes sabores amargos, picantes y astringentes lo que te dará vigor durante el día. Al mismo tiempo disminuye los sabores dulces, ácidos y salados.
- Si sudas y sientes calor en exceso, tienes inflamaciones crónicas o tienes tendencia a sentir rabia, entonces probablemente tienes una agravación. Lo más saludable es consumir comida que la disminuya: prefiere alimentos dulces, amargos y astringentes; al mismo tiempo reduce el consumo de ácidos, salados y picantes.
- Si tienes enfermedades relacionadas con dolor, debilidad o si sientes ansiedad y agitación, entonces tienes una agravación. Esta disminuye cuando consumes alimentos dulces, ácidos y salados. Al mismo tiempo puedes reducir el consumo de amargo, picante y astringente (pues estos incrementan este malestar).
Escrito por/ Dra. Alejandra Jiménez
octubre 2020